La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de rebajar los tipos de interés en su reunión de septiembre por segunda vez (la primera fue en junio) con un recorte de 25 puntos básicos de la tasa de depósito hasta el 3,5% unido a que el euribor, índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas de tipo variable, lleve todo el mes de septiembre en una media inferior al 3%, con el índice en mínimos que no se registraban desde finales de 2022. Los analistas, coinciden en que hay buenas perspectivas para que el Euribor tenga bajadas más pronunciadas en los próximos meses.
Estas decisiones son claves para que el tipo de interés al que los bancos prestan el dinero a empresas y particulares, incluidas las hipotecas se reduzcan lo que sin duda es un magnífico estímulo para dar un nuevo impulso al mercado inmobiliario. Los compradores, inversores y usuarios, van a poder adquirir viviendas con un menor coste puesto que os bancos tenderán a ofrecer mejores condiciones hipotecarias, ampliando el acceso al crédito y facilitando la adquisición de vivienda para más personas, Pero también porque será más accesible el crédito promotor.
Si a esto se suma un escenario económico estable, con crecimientos del PIB previsibles sobre la media europea, con un mercado laboral en expansión en España y un retorno del interés de los compradores internacionales, el sector inmobiliario va a vivir un ciclo alcista en los próximos meses. A esto se suma que durante este ejercicio los precios están creciendo de forma moderada en términos reales.
El resultado es que la oferta de vivienda nueva en todo el territorio nacional, pero sobre todo en las zonas de costa de mayor atractivo, es mucho menor de la creciente demanda potencial, en la que se encuentran compradores de clase media internacional con alto poder adquisitivo que tienen entre sus objetivos adquirir segundas residencias en lugares con alta calidad de vida y buenos acabados.