Resulta significativo que, a pesar de disminución de las compraventas de viviendas de los últimos trimestres, el mercado de la Costa Blanca sigua manteniendo estable su nivel de operaciones.
Comprar una vivienda en la Costa Blanca, sigue siendo una inversión muy rentable. La causa es una conjunción de factores que la más diversa índole. Desde hace más de 30 años nuestra provincia es uno de los destinos preferidos por los turistas nacionales y extranjeros. Esto asegura una alta demanda, especialmente en zonas costeras y ciudades. El año pasado se alcanzó un récord de visitantes con más de 12 millones de turistas nacionales y extranjeros.
Como señala la periodista Vera de Benito, colaboradora de idealista news, en un artículo publicado en este medio digital recientemente, “España ha sido durante mucho tiempo un destino popular para los compradores de segundas viviendas. A lo largo de los años, el proceso de adquirir una segunda residencia ha evolucionado significativamente, ofreciendo más conveniencia, transparencia y oportunidades tanto para compradores nacionales como extranjeros”.
Las claves fundamentales son clima y ubicación. El clima mediterráneo, con inviernos suaves y veranos cálidos, lo que hace que sea un lugar ideal para vacacionar durante todo el año. Esto aumenta la ocupación de las segundas residencias viviendas en todas las estaciones. La Costa Blanca disfruta de más de 300 días de sol al año y unos inviernos muy suaves, con temperaturas medias superiores a los 10 grados centígrados.
Pero hay otros factores a tener en cuenta. Tener una vivienda residencial permite disponer de un alojamiento propio en vacaciones siempre disponible, sin depender de hoteles o apartamentos turísticos. El 34% del presupuesto vacacional de las familias españolas se destina al alojamiento. El tener una residencia propia, significa un ahorro al tiempo que se disfruta de una vivienda con la confortabilidad que los propietarios desean.
Otro elemento muy apreciado es que la inversión de capital se aprecia constantemente en las zonas más valoradas, como la costa alicantina. El propietario tiene además la opción de generar ingresos significativos alquilando sus segundas viviendas a turistas.
Los turistas también valoran como una ventaja que el coste de la vida en España en general y en la Costa Blanca en particular, es muy competitivo comparado con los territorios competidores. Esto incluye gastos de mantenimiento y servicios, lo que hace que sea más asequible mantener una segunda vivienda.
La Costa Blanca está muy bien comunicada, con una excelente red de infraestructuras de transporte, incluyendo aeropuertos internacionales, puertos bien conectados, trenes de alta velocidad y buenas carreteras, que facilitan el acceso desde diferentes regiones del país y desde cualquier parte de Europa y el mundo.
La estabilidad económica y política; y la calidad de vida con una excelente gastronomía, sanidad pública, seguridad y una rica oferta cultural y de ocio.
La Costa Blanca combina un mercado inmobiliario robusto, un sector muy profesionalizado, alta demanda turística, un clima excepcional y beneficios económicos que hacen de la compra de una segunda vivienda una inversión atractiva y rentable.