La Opinión de María José Rocamora

La Costa Blanca se fortalece como un referente del turismo residencial para compradores de todo el mundo

La globalización de la información ha permitido universalizar los atractivos de la Costa Blanca y que los turistas puedan compararla con otros destinos de todos los lugares del planeta. En esa comparación Alicante se ha convertido en un destino cada vez más asentado y competitivo. Es un territorio cosmopolita que ofrece una riqueza extraordinaria en experiencias para el visitante con aspectos muy valorados como la buena climatología, la arquitectura, la cultura, las fiestas, el ocio, el comercio, el medio ambiente, el paisaje, las playas y la gastronomía, pero también por otras cuestiones que los visitantes valoran: comunicaciones, seguridad, transporte, servicios, sostenibilidad y sanidad, entre otros.

Otros aspectos han confluido durante los últimos doce meses para reforzar esta buena posición el primero el progresivo control de la inflación y el segundo que, después de un proceso de subidas constantes de los tipos de interés durante más de un año, hasta alcanzar el 4%, los incrementos previstos para próximas fechas serán escasos, condicionados a la inflación subyacente. A estos dos factores se suma la contención de la subida de los precios de los productos residenciales (a pesar de las presiones del entorno) y una posición alejada del conflicto entre Rusia y Ucrania.

Todas estas cuestiones positivas han permitido que en el primer semestre del 2023 el volumen de compraventas de viviendas a extranjeros de la Costa Blanca haya alcanzado casi los 2.000 millones de euros, lo que representa el 40% del total nacional, según datos de Provia.

El interés internacional por la Costa Blanca quedó patente en el foro de diálogo de Alicante Plaza en la que quedó patente que se han recuperado los niveles de actividad en el turismo residencial de 2008, datos que podrían ser más relevantes, sobre todo en el producto nuevo, si se diesen las circunstancias para aumentar el stock. Por tanto, la vivienda residencial es un valor seguro para quienes las compran para su uso personal, puesto que cada vez los extranjeros quieten pasar más tiempo en la Costa Blanca, pero también para los inversores, puesto que los precios se mantienen en franjas muy moderadas, altamente competitivas si se comparan con destinos de calidad similar.

Nuevos países emisores

Las ventas a extranjeros en la provincia de Alicante representan cerca del 42%, frente al 58% a nacionales. A los países tradicionalmente vinculados al turismo residencial en la Costa Blanca como Reino Unido, Francia, Alemania, Países Bajos y Portugal, se han sumado recientemente nuevas naciones emisoras como Polonia, Ucrania, así como países nórdicos y del Este cercanos al área de conflicto, pero también llegan cada vez más compradores desde Estados Unidos, Canadá, e incluso Latinoamérica, que paulatinamente van descubriendo las bondades y ventajas de tener una residencia en la Costa Blanca.

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