La Opinión de María José Rocamora, Noticias

La venta de vivienda residencial mantiene una notable actividad en la recta final del año

Estamos viviendo un periodo convulso en el sector inmobiliario. Cuando leemos las estadísticas y las predicciones de la economía para este último trimestre del año asaltan serias dudas sobre la salud de nuestro sector. Nos encontramos con el incremento del coste de las hipotecas, el aumento de la inflación y el importante encarecimiento de los costes de producción. De hecho, según INE, durante el último mes de julio, el número de hipotecas fue un 18,8% inferior que en el mes de julio del año anterior. Con respecto a la obra nueva, el descenso de transacciones también se ha notado durante el periodo estival, con una bajada del 7% en operaciones de obra nueva.

A pesar de estos datos, la resiliencia del sector no está en duda y más cuando hablamos de vivienda residencial, que se ha convertido en un valor seguro en tiempos de incertidumbre como los actuales. La tendencia de las ventas de este tipo de viviendas, tanto para segunda residencia como para inversión sigue al alza. Uno de los motivos fundamentales es el atractivo de España y en concreto de zonas como la Costa Blanca para la adquisición de este tipo de propiedades.

De hecho, Alicante es la primera provincia en cuanto a compraventas protagonizadas por extranjeros. El tirón de la demanda internacional es, en realidad, clave para que el sector inmobiliario alicantino mantenga el pulso: los extranjeros compran casi la mitad de las viviendas que se venden en la provincia, con una cuota del 45% en el segundo trimestre. En cuanto a la tipología, se vendieron 10.863 usadas (tercera provincia) y 1.759 nuevas (cuarta, casi empatada con Málaga).

Opiniones de expertos de distintos medios y corporaciones coinciden con esta visión positiva del turismo residencial.

El portal de información económica invertia.es confirma en un artículo firmado por la periodista Cynthia De Benito que la vivienda mantendrá dos velocidades en el final del año. Por un lado, los compradores extranjeros seguirán realizando operaciones en el atractivo mercado español, mientras que de forma paralela se contraen las operaciones de realizada por compradores nacionales. Señala también que 2023 acabará cerrando más compraventas que el año pasado en nuestro país.

La sección de Economía de El País, en un artículo de Pablo Sempere, afirma que “los extranjeros compran más viviendas que nunca en España e invierten en ellas a niveles récord. Durante el año pasado (2022), la población foránea firmó un total de 88.858 compraventas de casas situadas en territorio español, un 45% más que las cerca de 60.900 anotadas un ejercicio antes. Es una cifra inédita en los anuarios que publica tradicionalmente el Colegio de Registradores. En paralelo, según muestran también los datos presentados ayer, aumentó hasta cotas no vistas el número de operaciones por valor de al menos 500.000 euros (que permiten a los compradores extranjeros no comunitarios solicitar la famosa Golden Visa para obtener el permiso de residencia en España. En total, en 2022 este colectivo firmó 8.975 de estas transacciones, un 63,5% más”.

Añade en su análisis que “en Baleares, el 34,38% de todas las compraventas están firmadas por extranjeros, un grupo que también tiene peso en zonas vacacionales como Canarias (28,6%), Comunidad Valenciana (26,8%), Murcia (19%), Andalucía (15%) y Cataluña (13,5%). En ciertas provincias, el volumen de población foránea es incluso mayor. Es el caso de Alicante o Santa Cruz de Tenerife, donde el peso oscila entre el 41,7% y el 35%”.

Demanda residencial fuerte

En esta misma línea se pronuncia el informe de perspectivas para final de año de Standard & Poor’s (S&P), que afirma que en los próximos meses se iniciará un proceso de ajuste de los precios pero que la demanda residencial se mantendrá fuerte, a pesar de la subida de los tipos de interés y de los costes de producción,  por la demanda acumulada, la escasez crónica de viviendas, la fortaleza del mercado laboral, las mejoras en los ingresos reales de los hogares, la disposición de los bancos a conceder créditos hipotecarios y los considerables ahorros acumulados durante la pandemia.

¿Es el otoño un buen momento para comprar?

Los expertos consultados por idealista.es creen que sí. Rebeca Pérez apunta que siempre los meses de septiembre y octubre son buenos para comprar, dado que se incrementa la oferta y todavía no hay esa demanda apremiante queda al final de año.

Un experto de Casavo considera que, tras el verano se reactiva por completo toda la actividad inmobiliaria, “hay una mayor disponibilidad de propiedades puesto que muchos propietarios deciden poner a la venta sus inmuebles o retoman la búsqueda de comprador. Asimismo, como hemos señalado anteriormente, las entidades bancarias que tengan como objetivo ganar cuota de mercado hipotecario tendrán condiciones más atractivas para los que quieran adquirir un inmueble”.

Nosotros, desde nuestra experiencia, consideramos que a pesar de los ajustes que está experimentando el mercado, la venta de vivienda residencial goza de buena salud. El alza en los tipos de interés, siendo un elemento importante en la decisión de compra, no tiene tanta relevancia como para frenar el mercado inmobiliario residencial, siempre y cuando en el otro lado de la balanza se sitúen elementos como la rentabilidad de la inversión o la oferta contenida de vivienda en destinos con capacidad de atracción como es el caso de la Costa Blanca. No nos olvidemos de que la provincia de Alicante lidera el mercado de compraventas de viviendas protagonizadas por cliente internacional.

Related Posts

Deja una respuesta